Son varios los motivos por los que cualquier compañía debe o bien implementar un procedimiento de comprobación de la facturación emitida por los operadores, o en su defecto, contratar un servicio especialista.

Los operadores de telecomunicaciones manejan grandes volúmenes de información, tanto de tráfico telefónico detallado como de condiciones tarifarias y clientes almacenada en varios sistemas y bases de datos. Esa es la información de partida para la emisión de facturas, que además es utilizada por diferentes departamentos y personas. Probablemente sea éste uno de los motivos que generan errores en las facturas emitidas, máxime en los períodos en que tienen lugar actualizaciones de tarifas por nuevas negociaciones y contratos. Es, según nuestra opinión y principalmente nuestra experiencia, uno de las principales <strong>buenas prácticas</strong> a acometer.

Por otro lado, aún cuando este procedimiento se lleve a cabo mensualmente con resultado positivo en cuanto a que la facturación no presente discrepancias, es conveniente mantener la certeza de que se paga según se contrata. Es, sin duda, un valor que aporta garantía y tranquilidad. En cualquier caso, una vez preparado este terreno, se abre la oportunidad de optimizar ese gasto a base de alinear contratación y uso.